lunes, 18 de octubre de 2010

LA REALIDAD Y LA HISTORIA



LA REALIDAD Y LA HISTORIA.






(Primera parte)






ABESA 1982 OLAVARRIA SEÑALA:

A nuestros hermanos de 1982
A los políticos Argentinos.



La realidad:

… La crisis de preceptos que no llegan a conceptos, las voluntades erróneas y divergentes, las posiciones fijadas al egoísmo, los personalismos devaluados por idealismos; no son más que una consecuencia traumática de la dictadura, que nos posicionan como perdedores naturales. Siempre, por ante el laboratorio ilusionista político, compromete a esta democracia con la falacia y la inconciente violencia que se antepone a los cambios, por la violencia en si.

Consecuentemente, las asociaciones de ex soldados Argentinos de 1982 del País deben considerar en meditación que: una democracia anacrónica y ausente a las necesidades humanas esenciales, como lo es, “el derecho a la identidad”; no es más que un régimen conservacionista que promueve un eterno retorno a lo mismo.

Debemos entender por esto; NO existe en la construcción mental de los legisladores la democracia. Puesto, cuando no son herederos de las dictaduras, son sus prisioneros.

Es el estigma de America latina, Ni las dictaduras ni las democracias, son representaciones comunes, en pos de promover el bienestar común.

Por consiguiente, ABESA 1982, deja a criterio de las diversas asociaciones de ex soldados del País las siguientes preguntas:

LA DESMALVINIZACION, ¿se sucedió por las siguientes causas?
a) ¿Fue y es, un proceso que involucró a los militares de la postguerra, en la figura del Gral. Bignone?...
b) ¿Fue y es, un proceso apoyado por grupos relevantes de la sociedad y esta democracia, con apoyo de los medios de comunicación?..
c) ¿Fue y es, una forma de actuar como si la guerra nunca hubiera existido?
d) ¿Fue y es, Por el afán de considerar a los soldados conscriptos como “ineptos”?...

LA HISTORIA:
Para meditar:
El veterano Ingles Ken Lukoviac, Autor del libro: Soldier´s Song. En el año 1990 permaneció en Buenos Aires promoviendo ese ejemplar, en el cual confesaba haber matado a un soldado Argentino en Monte Tumbledown, después de rendido.

(Fuente: International defense review 2/1991)

Nadie lo arrestó, ni se lo denunció a los tribunales Internacionales de la Haya, por crímenes de guerra.

Hermógenes C. González.
Secretario ABESA 1982